El Larimar y la Celestina son piedras asociadas al cielo. El Larimar está asociado al cielo y al mar. Simboliza la inmensidad y el paraíso. La Celestina es piedra de Paz. Se la conoce también como "La piedra de los Ángeles".
Ambas piedras se asocian al chakra 5, el de la comunicación, ya que se ubica en la zona de la garganta.
El Larimar fortalece los huesos, por lo que se recomienda para acompañar a los niños en su etapa de crecimiento. Protege de energías negativas, rompe con patrones mentales estructurales, amplía el modo de pensar y de ver nuevos caminos.
Es muy recomendada también para personas adultas que sufran dolores de ciática o problemas reumáticos.
La Celestina posee una elevada vibración energética, que a la vez es suave y cálida. Calma la mente, calma las emociones y relaja las tensiones. Estimula la creatividad, revela verdades. Fomenta la prudencia y la sabiduría. La recomiendo en el uso con niños justamente por la suavidad y dulzura de su energía y porque se cree que tiene el poder de abrir el canal de contacto con los ángeles y estár comunicados con su energía celestial.
La Celestina puede utilizarse en adultos para meditación, ya que ayuda a encaminarse hacia la iluminación, purifica el corazón y sana el aura.
Ambas piedras tienen la propiedad de proteger y atraer la buena suerte.
Cuidados:
Limpiar el Larimar al menos 1 vez por semana, bajo el agua tibia corriente. Se recarga colocando al sol al menor por 1 hora.
La Celestina no debe limpiarse con agua, puede colocarse en un recipiente con sal (en lo posible Sal Marina) y luego recargarse al sol.
Si bien pueden, ambas piedras, cargarse con energía solar, también puede colocarse a la luz de la luna, porque están asociadas al chackra 5 y porque , por su color se las puede considerar piedras de energía femenina, receptivas.
Ambas piedras se asocian al chakra 5, el de la comunicación, ya que se ubica en la zona de la garganta.
El Larimar fortalece los huesos, por lo que se recomienda para acompañar a los niños en su etapa de crecimiento. Protege de energías negativas, rompe con patrones mentales estructurales, amplía el modo de pensar y de ver nuevos caminos.
Es muy recomendada también para personas adultas que sufran dolores de ciática o problemas reumáticos.
La Celestina posee una elevada vibración energética, que a la vez es suave y cálida. Calma la mente, calma las emociones y relaja las tensiones. Estimula la creatividad, revela verdades. Fomenta la prudencia y la sabiduría. La recomiendo en el uso con niños justamente por la suavidad y dulzura de su energía y porque se cree que tiene el poder de abrir el canal de contacto con los ángeles y estár comunicados con su energía celestial.
La Celestina puede utilizarse en adultos para meditación, ya que ayuda a encaminarse hacia la iluminación, purifica el corazón y sana el aura.
Ambas piedras tienen la propiedad de proteger y atraer la buena suerte.
Cuidados:
Limpiar el Larimar al menos 1 vez por semana, bajo el agua tibia corriente. Se recarga colocando al sol al menor por 1 hora.
La Celestina no debe limpiarse con agua, puede colocarse en un recipiente con sal (en lo posible Sal Marina) y luego recargarse al sol.
Si bien pueden, ambas piedras, cargarse con energía solar, también puede colocarse a la luz de la luna, porque están asociadas al chackra 5 y porque , por su color se las puede considerar piedras de energía femenina, receptivas.